Al prepararnos para un viaje por carretera, cada uno tenemos nuestra lista de "imprescindibles" o "cosas que hay que hacer". Mi marido y yo acabamos de conducir desde Colorado hasta el sur de Alabama para pasar un tiempo con la familia. Mi lista de preparativos para el viaje se centraba en llevar el coche al taller, una bolsa de aperitivos con dulces y salados que no solemos consumir y organizar la bolsa necesaria para pasar la noche en el hotel. Su lista incluía investigar los distintos lugares de interés que podríamos ver y explorar durante los descansos, asegurarnos de que había una amplia variedad de música disponible y confirmar que había una línea de visión clara por el espejo retrovisor. Cada uno de nosotros se preparó de forma diferente, y juntos teníamos lo que más necesitábamos y algunas cosas que, por suerte, nunca utilizamos.
Los viajes por carretera nos obligan a pensar y planificar con antelación: del mejor al peor de los casos, de soñar con lugares y aventuras desconocidos a la realidad práctica de los kilómetros que hay que recorrer y las paradas para repostar, de ser un pasajero pasivo a ser un conductor activo.
Y en 2020, los viajes por carretera adquieren nuevas dimensiones al tener en cuenta la curiosidad, la seguridad y el bienestar durante una pandemia mundial, un movimiento por la justicia social y unas elecciones trascendentales. De hecho, a medida que veo artículos diarios que describen las posibles incertidumbres tras unas elecciones disputadas, parece que nuestra nación se está preparando para un enorme viaje por carretera en los próximos meses. Todos pensamos en ello y nos preparamos de diversas maneras en nuestros hogares y barrios, en nuestros lugares de trabajo y en nuestra sociedad en general. Sé que en The Civic Canopy estamos apoyando a los miembros del equipo para que programen un tiempo flexible en su calendario; se apunten a las reuniones para tener doble mano, cabeza y corazón disponibles para ayudar a adaptarse a las necesidades de los grupos comunitarios; y se anticipen a los cambios de planes de última hora. Hemos empezado a crear y compartir "consejos y trucos" que nos ayuden a pensar en diversos escenarios para no dar por sentado que todo funcionará exactamente como está previsto en los próximos dos meses.
Cuando sentimos que nos estamos desviando de nuestro plan de viaje, volvemos a nuestros valores y objetivos comunes para el viaje. Cómo estamos equilibrando los distintos objetivos para llegar a nuestro destino, vivir la experiencia, mantenernos a salvo en condiciones difíciles, etc.?
Mientras mi marido y yo conducíamos, conducíamos y conducíamos, nos dimos cuenta de las enormes diferencias en la belleza de Estados Unidos. Desde las Montañas Rocosas del oeste hasta las llanuras del panhandle, pasando por los valles fluviales y los bayous del sur. Tan diferentes, tan únicos y tan bellos. Pensamos en las diferentes topografías e historias de las tierras que atravesamos, en los distintos modos de vida y creencias culturales. Nos preguntamos cómo una nación tan diversa se convierte en un todo.
A medida que nos adentramos en noviembre y en todas las incógnitas que trae consigo, espero ser capaz de crear el espacio necesario para sentir y experimentar lo que necesito sentir y experimentar, al tiempo que permito a aquellos con los que viajo o que pasan por mi lado, sentir y experimentar lo que necesitan sentir y experimentar. Espero reconocer que no todos conduciremos a la misma velocidad y que, en última instancia, estaremos mejor si el viaje es seguro. Y sobre todo, espero acordarme de ofrecer una sonrisa, un saludo, un gesto amable a todos los que se crucen en mi camino.
Si nuestros valores fundamentales nos sostienen cuando el camino se pone difícil, ¿cómo podría vivir mejor la creencia fundamental de The Civic Canopy a lo largo del viaje que tenemos por delante de que la sociedad civil es un lugar para el cuidado, la compasión y el amor?